México entre magos, pozos y fosas
Fidencio Treviño Maldonado.
Este es el país que nos tocó vivir, el país surrealista, el del nunca jamás, en donde pasa todo y no sucede nada, el país de las comisiones, tan lleno de subsecretarías, tan repleto de políticos corruptos en su mayoría, indolentes en su minoría, y los menos políticos: ciegos funcionales y dos o tres que aun a estas alturas se declaran luchadores sociales. País ahora de consultas y estrategias, país del futuro pasado y próximo que no llegan aun las ansiadas bondades para el pueblo, predichas y repetidas desde el cura Hidalgo, por Juárez, después Madero con los preceptos de la revolución, y que el PRI las tomó como derechos de autor y las repitió por 80 años, y es fecha que ni el PAN -cuyo reinado fue efímero- pudo medio completar un designo o legado que el mexicano reclama.
Fue un poeta, Ramón Lòpez Velarde, quien en los años 20 del siglo pasado predijo que “el petróleo lo escrituró el diablo”, y lástima que no vivió para ver su atinado presagio, sin embargo ahora en esta carpa de circo, con varias pistas funcionando que se llama México, hay magos, hombres y mujeres que desaparecen y que son miles los que por arte de magia gubernamental o la mafia del sistema estén perdidos.
Desaparecer dinero del pueblo ha sido la rasante y no hay castigo para los cientos de miles de rateros metidos a políticos o viceversa, a reserva de que de estos miles caiga uno o dos para el despiste, sin embargo desaparecer, esfumarse así como así miles de niños, jóvenes, mujeres y ciudadanos por parte de los malandros o de los distintos cuerpos policíacos, ahora tapados como el subcomandante Marcos, de aquel que hacían mofa los políticos y ahora para su desgracia por miedo o por esconder la vergüenza traen tapada la cara (debería el subcomandante Marcos demandarlos por plagio a su capucha).
De ahí que existan más fosas repletas de cadáveres en toda la república, en todos los Estados, en todo el territorio nacional y que los pozos de petróleo sean menos que las fosas, esto se da en un país que se dice próspero y con recursos de primer nivel mundial, con habitantes del cuarto mundo y con gobernantes de ínfima categoría, eso si pagados como si fueran del primer mundo.
Gracias a las protestas de los estudiantes, que si aprovechan el estudio, por aquello de que si saben reflexionar se dieron estas noticias que la televisión y otros medios masivos a nivel mundial lo han difundido. Para nuestros gobernantes no deben de ser cifras o números las miles de fosas y en cada fosa decenas de cadáveres, sino debería ser una vergüenza, y más que una afrenta para ellos es para nosotros los gobernados, toda una infamia tener este tipo de sistema y sus gobernantes o funcionarios, si así se les puede llamar.
Hace días pregonaban los gobernadores de varios Estados y el mismo Presidente de la República, que México está en paz, que la seguridad reina hasta en los callejones más oscuros de Tepito y la Candelaria de los Patos, en el Cerro de la Cruz y en la colonia Buenos Aires, hasta en la frontera de Tijuana. Entonces la pregunta consabida es ¿si hay paz en el territorio nacional a qué se debe tanta (4 mil elementos) seguridad de un Presidente, ésto en Torreón, Coahuila, el día viernes 17 de octubre de 2014.
México necesita pozos de petróleo, refinerías, ingenieros y empleados nacionales para extraer petróleo, y al dar este paso la misma delincuencia tronaría, mejores escuelas con profesores bien preparados en donde el estudiante pueda ser informado y formado en su profesión, no estudios incompletos que sólo sirven para engrosar las filas de las mal pagadas maquilas extranjeras, ¿Para quién está dirigida pues la educación media, preparatoria, bachiller...?, pues para las maquilas.
Por lo pronto en todos los sectores, al poder ejecutivo, al legislativo y hasta la Tremenda Corte de Justicia, la masa o harina se les hizo engrudo y el país como siempre es un polvorín, sólo que para la Casta Divina, es el país en donde no pasa nada, el país del nunca jamás, y con esa protección que traen los gobernadores, los secretarios, y recuas que les acompañan que es por arriba o por aire, por los flancos, por delante por atrás y hasta por abajo, pues la República está en paz, la nación duerme el sueño de los justos y México avanza a paso de cojo, pero eso si, curado en salud. Eso sí, cuide su patio trasero o su jardín de enfrente, porque en un descuido por ahí existe una fosa con varios cadáveres sembrados.
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